Enrique Jorrín, padre del CHA CHA CHÁ.>
Don Enrique Jorrín nació en Candelaria, Pinar del Río, Cuba, el 25 de diciembre de 1926. Su padre participó en la Segunda Guerra Mundial, como soldado del Ejército Norteamericano y muere en combate; era sastre y clarinetista de orquestas populares.>
INICIOS EN LA MÚSICA>

Desde muy pequeño se dedicó al estudio de la música. A los 11 años de edad creó e interpretó con la agrupación “Selección”, de La Habana Vieja, su primer danzón titulado «Hilda»; posteriormente integró otras agrupaciones donde se significaron: “Arcaño y sus Maravillas” y la Orquesta “Ideal”, dirigida por un Joseíto Valdés Catani.>
A los 12 años escribió la parte del violín de uno de los danzones más significativos y que aún forma parte del repertorio de la Orquesta “Enrique Jorrín” (OSIRIS) un clásico de la música cubana.>
TRAYECTORIA ARTÍSTICA>
Fue violinista, inicialmente de la orquesta del Instituto Nacional de la Música, bajo la dirección de González Mántici. En 1941ingresó en la orquesta danzonera Hermanos Contreras , donde se asentró en el cultivo de la música popular. Pasó seguidamente, a la orquesta de Arcaño y sus maravillas.>
Estando en la orquesta América en los inicios de la década del cincuenta, creó la nueva forma musical bailable denominada cha cha chá. De 1954 a 1958 permaneció en México. En 1964 realizó una gira por Africa y Europa.>
Entre sus composiciones se destacan danzones como Hilda, Liceo del Pilar, Central Constancia; de su período de transición se destacan Unión Cienfueguera, Doña Olga, Silver Star. De la época del cha cha chá a partir de 1951 logran mayor vigencia La engañadora, El alardoso, El túnel, Nada para tí, Osiris y Me muero.>
LA ENGAÑADORA>
La engañadora, apelando a la letra del cha-cha-chá, cuenta la historia de una joven con distribución anatómica colosal que asistía al salón de baile sito en los altos de las esquinas de Prado y Neptuno, y a quien “todos los hombres la tenían que mirar”, para descubrirse después, ¡oh, decepción!, que “en sus formas sólo relleno hay”. El cha-cha-chá se generalizó prontamente por Cuba y América Latina.>
INTERNACIONALIZACIÓN DEL CHACHACHÁ>
En 1954 Jorrín fundó la orquesta que llevó su nombre y un año después partió hacia México con aquel ritmo que arrebató de igual forma en el continente y que su creador denominó Cha-cha-chá por el sonido de los pasos de los bailadores al arrastrar los pies sobre el piso, que el oído aguzado del músico detectó de inmediato. Pese a los años transcurridos, el Chachachá no es género olvidado, ni en Cuba, ni en México, ni en otras latitudes.No sólo al maestro Jorrín se deben inolvidables Chachachás: el flautista Richard Egües compuso otro famosísimo: «El Bodeguero»; Rosendo Ruiz: «Rico Vacilón. El Cha-cha-chá tornó la mirada de los bailadores nuevamente hacia los Ritmos nacionales, asediados por la presencia de la música norteamericana, en particular el Rock de los años 50.>
Cuando se celebraron los 25 años de la aparición del Cha-cha-chá, el maestro Jorrín, recibió en México un disco de oro acreditativo de las ventas de sus números más exitosos.>
MUERTE>
Falleció a los 60 años, el 12 de Diciembre de 1987 privó a la música cubana de uno de sus músicos y compositores más notables.>