EL MONZAMBIQUE

El golpe, muy importante en este ritmo.quw causó sensación entre los años 1960s y 1980s, es reforzado por determinadas sonoridades logradas por Pello, a manera de quinteo, en los cueros más graves de sus tambores. El efecto logrado mediante el acople de los seis tambores tocados por los tres tamboreros, Pello el Afrokán los realiza en sus cuatro tambores, pero enriqueciendo aún más el ritmo, con inspiraciones que surgen del floreo constante que hace sobre el ritmo básico del mozambique.

Los doce tambores restantes, se identifican, de izquierda a derecha: el primero produce nueve golpes, ligados a dos golpes del tambor que le sigue; el tercero, tres, a contratiempo; el cuarto, cinco golpes a contratiempo, y el quinto tambor, que bombea también a contratiempo, mientras el sexto ejecuta el toque del primero. Son tres percusionistas, ejecutando dos tambores cada uno, que producen los ritmos necesarios al baile, complementados con los cuatro tambores centrales; mientras el bombo realiza la función del contrabajo, con lo que se redondea y ajusta el ritmo del mozambique; a los tambores se agregan tres campanas y un sartén, que hacen el efecto de dos claves, una a tiempo y otra a contratiempo.

Se completa el grupo con trompetas y trombones que hacen la parte melódica del mozambique y las bailarinas, que hacían las demostraciones de su forma de bailarlo.

En su forma coreográfica (creada por el propio Pello), el mozambique se baila de la forma siguiente: se flexionan las rodillas y se baja el cuerpo, a la vez que se adelanta un pie; este movimiento se completa con la retirada del pie, mientras el cuerpo vuelve a su posición normal. Esta ejecución se realiza a partir del toque grave del tambor, unido al bombo.

SUS TAMBORES

Con relación al uso de los tambores, Pello explicó: «… los tambores con que yo debo tocar el nuevo ritmo sonero, básicamente, cinco; pero yo ahora estoy usando cuatro por razones del espacio donde actúo. A esos cuatro tambores yo les llamo en lengua lucumí: oloddu-mare. En ellos ejecuto el floreo o quinteo indispensable en las interpretaciones del ritmo. Y en su base central, en estos cuatro tambores se repite, en forma de adorno musical, los golpes fundamentales del mozambique. Estos golpes siempre están presentes en seis tambores que son tocados por tres tamboreros. Los tambores son, de izquierda a derecha, agudo, semi-agudo, grave y semi-grave. El diámetro de cada tambor, en su parte más ancha, es, respectivamente, como sigue: 10 ½, 10 ¾ 11 y 10 ½. Sabemos que para un quinto perfecto debía emplearse un tambor de 9 ½ pulgadas, pero este diámetro resulta pequeño por la rapidez con que se ejecutan varios efectos de sonidos».

Información tomada de: Ecured, Asociación Cultural Benny Moré (España, en consultas a su nieto Pellito El Afrokán Jr.