EL SON CUBANO

EL SON CUBANO

Género musical y bailable, que constituye una de las formas básicas dentro de la MÚSICA CUBANA. Declarado Patrimonio cultural inmaterial de la nación cubana en Septiembre de 2012.

Es el ritmo más representativo de la música bailable de Cuba, por ser el más bailado por todas las generaciones de cubanos dentro y fuera de su nación. Lo integran: EL SON TRADICIONAL y EL SON MONTUNO. Este último es el que más furor causa en el mundo, tanto que ha sufrido notables actos de plagios y manipulaciones, especialmente en la ejecución de su baile: El Casino; tanto en manifestación musical, como danzaria, sus países vecinos le imponen el erróneo y polémico nombre de ‘salsa’, palabra del argot popular cubano, usada desde la década de 1940s.

HISTORIA

El Son más antiguo data del Siglo XVI («Son de la Má Teodora»), de 1562, escrito por un compositor español e interpretado por las hermanas Micaela y Teodora Ginés.

Presenta elementos de música bantú (occidente africano) y música española. El Son en su estructura surge en Guantánamo, Baracoa, Manzanillo y Santiago de Cuba a finales del Siglo XIX. En 1892, el tresista de origen haitiano Nené Manfugás lo lleva del monte a los carnavales de Santiago de Cuba.

Con el establecimiento en la década de 1920 de la radiodifusión comercial, comenzó el auge y popularización del son, siendo el Septeto Nacional de Ignacio Piñeiro, uno de los principales representantes de esta época. Ignacio Piñeiro es el creador de «Échale salsita», la primera vez que se usó la palabra ‘salsa’ para denominar a los ritmos cubanos en su conjunto, o a una jornada musical en la que se recrean varios ritmos; es por eso que hacia 1940s en EEUU a los músicos de Cuba se les llama ‘salseros cubanos’. Véase traducción de esta canción en un cabaret de Broadway, donde actuaban cubanos desde los años 1930s.

La burguesía cubana detestó el nuevo género que encontraba adeptos en accesorias y solares donde residían las capas populares. El gobierno incluso llegó a prohibirlo, acusándolo de inmoral, pero pronto ganó espacio hasta en los más refinados salones de baile, mientras las casas editoras de discos le daban una difusión ilimitada.

Aquellos primeros sones eran ejecutados por grupos que utilizaban guitarra, tres, bongó, botija o marímbula (luego contrabajo), claves y maracas. En busca de una mayor sonoridad, posteriomente añadieron al menos una trompeta.

Diversas modalidades o variantes han engrosado la historia del género. El Son Montuno, el Changüí guantanamero, el Sucu-sucu de Isla de la Juventud, el Ñongo, la Regina, el Son de los Permanentes, la Bachata oriental, el Son habanero, la Guajira-son, la Guaracha-son, el Bolero-son, el Son pregón, el Afro-son, y otras más, que podrán apreciarse en este álbum.

Una variante de canción influenciada por otros ritmos, sobre todo el son, se desarrolla bajo el nombre de Tango congo a partir de la década de 1920, tipificando de esta manera lo negro en el ámbito de la zarzuela cubana.

El Son evolucionó dando origen al Son Montuno, que en Estados Unidos se difundió con la palabra ‘salsa’, usada por Cubanos en la Isla, para referirse al conjunto de sus ritmos populares.

VARIANTES DEL SON

Son Montuno o Urbano
Changüí
Sucu-sucu
Ñongo
Regina
Son de los permanentes
Bachata oriental
Son Trinitario
Son Manzanillero
Güajira son
Guaracha son
Bolero son
Son Pregón
Son guaguancó
Pacá
Tira-tira, y otros.

INSTRUMENTOS

Los grupos soneros originalmente estaban conformados por: Guitarra, Tres cubano, Bongó, Bajo, claves, Maracas y Trompeta.

FUENTES

– La Jiribilla.

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