La música cubana es la expresión de ritmos y melodías originales de la isla de Cuba, ya sean éstos autóctonos o introducidos por los colonizadores españoles y las personas esclavizadas africanas, que arribaron desde el siglo XVI.>

En la música cubana, se evidencia una amplia gama de géneros, variantes y estilos que abarcan desde sus orígenes hasta el reconocimiento universal de que goza hoy en día. Su origen es muy diverso, debido a que en su integración participaron tanto las etnias indocubanas como las españolas, ejerciendo estas últimas una mayor influencia, pues durante el período de colonización (más de cuatro siglos) ocurre un proceso de sincretismo cultural muy significativo como resultado del fenómeno de poblamiento necesario para el desarrollo político, económico y social del continente americano. A partir de este choque de culturas y con la inclusión de pobladores de otros territorios, fundamentalmente de los esclavos africanos, se fraguan naciones que aportarán posteriormente la nueva herencia cultural cargada de un híbrido de razas, religiones, idiomas y nuevas tendencias musicales.>
Como todo fenómeno de gestación, la música cubana pasó por varias etapas, que comienza su curso en los rituales de los primeros pobladores y da sus siguientes pasos durante el período de colonización, abarcando desde el siglo XV hasta finales del siglo XIX, donde se precisa destacar el papel de la cultura española y la africana, las primeras festividades y representaciones teatrales, los primeros centros de estudios musicales, la presencia de la mujer en esta manifestación, las figuras representativas, la evolución de los instrumentos, el surgimiento de el Himno Nacional de Cuba, la inclinación patriótica de los músicos populares y la vinculación con los sucesos políticos y sociales acontecidos a lo largo de la historia.>
Con el apoyo de los estudios arqueológicos y narraciones de cronistas, se ha logrado conocer la forma de vida de los aborígenes y dentro de ésta, su desarrollo cultural.>
Con la llegada de los españoles a Cuba se produce el nombrado choque entre dos culturas, la indígena y la ibérica, provocando la mezcla de diversos elementos que conformaron un verdadero mosaico étnico y cultural en la isla. Durante los siglos XV y XVI predomina la Música Eclesiástica, junto a la música popular extremeña, canaria, andaluza y castellana descendiente del romancero y la tradición Guanche, con el uso de instrumentos como el laúd y la guitarra. También llega la música militar, acompañada por tambores y flautas.>
A principios del siglo XVI, la villa de Santiago de Cuba se convirtió en un punto de entrada de nuestros colonizadores, y además en un trampolín para la conquista de otras tierras. Venían músicos que seguían rumbo a otros parajes, pero dejaban huellas a su paso. A mediados de siglo, esta villa ya contaba con su catedral y con un órgano ejecutado por el primer músico notable que se conoció en la isla, nacido en Santiago: Miguel Velázquez, quien había estudiado música en España. En 1544 asume la responsabilidad de canónigo de la catedral; al mismo tiempo, trasmite sus conocimientos a la población. Según la historia, ya a finales del siglo XVI existía en esta comunidad el primer conjunto de instrumentos que tenía pífanos, viola y violín y que amenizaban las actividades dentro de la iglesia, así como las fiestas populares. La división del gobierno de la Colonia entre dos autoridades, en 1607, permite algo más de atención a la parte oriental de la Isla, y cierta atención a la música.>
Los siglos XVI y XVII resultaron centurias de gestación para la nación cubana; pero ya en 1722 surge en Santiago de Cuba el Colegio San Basilio El Magno y en 1728, la Real y Pontificia Universidad de San Gerónimo de La Habana. La enseñanza fue atrasada, escolástica y limitada, realidades que no le quitan el mérito de ser la primera institución de enseñanza superior de la Isla, donde ejercerían el magisterio figuras de gran relevancia en la historia de la cultura cubana como ESTEBAN SALAS, padre de la música cubana.>
Tras la aniquilación parcial de la población indígena, los españoles comienzan a implementar en Cuba el fenómeno de la esclavitud, traficando esclavos de diferentes zonas del continente africano. Los colonizadores, en su mayoría hombres, se mezclaron con aborígenes, con africanas y con la escasa inmigración femenina española. De estas uniones surgen las primeras generaciones de #CRIOLLOS. Junto con el poblamiento y colonización, entraron en Cuba elementos musicales y literarios derivados de un proceso de #TRANSCULTURACIÓN. >
La dependencia de un grupo numeroso de dominados por el sector dirigente no fue óbice para que se estableciera una interrelación cultural, una transculturación continuada por la cual los negros, esclavos o libertos, asumieron muchos oficios de los blancos, entre ellos el de músicos, y que de inmediato asimilaran instrumentos, formas de tañerlos, géneros musicales, danzas, a las cuales le imprimieron su propia expresión, por lo cual pronto serían reconocidos como cubanas.>
Inicialmente los bailes y fiestas de los negros eran prohibidos, y si se permitían era dentro de su cabildo o barracón, pero la influencia de su música se transculturaba en la sonoridad del tiple que ellos asumían en sus puntos y zapateos. Las pequeñas orquestas que amenizaban igualmente los bailes de la alta burguesía oficial, las fiestas de la Iglesia, el teatro y celebraciones populares también estaban integradas por blancos y por negros que interpretaban la misma música, con características criollas, cubanas.>
La participación de las mujeres africanas fue muy importante en la formación de la población cubana, porque durante cuatro siglos contribuyeron al mestizaje en la Isla. Integraron directamente las fiestas y ceremonias afrocubanas, bailando sus coreografías y cantando sus melodías, llamándoseles a estas últimas, clarinas. Al igual que el crisol cultural de España, África cuenta con un mosaico de pueblos, en ocasiones coincidiendo con dos influencias culturales afines a España, la árabe y la judaica. En las colonias ibéricas predominaron la cultura #yoruba de Nigeria y la #bantú de Angola y el Congo.>
Las primeras referencias sobre música y danza de tipo carnavalesco se presentan en la fiesta de Corpus Christi de La Habana de 1622 con una danza de monos. Los antecedentes del teatro cubano están en estas festividades, heredadas de la cultura española y en las fiestas religiosas de los cabildos negros de procedencia africana. Las primeras constituyeron las celebraciones colectivas de los siglos XVI y XVII para aliviar las necesidades de diversión de la comunidad. Las segundas eran espectáculos fantásticos que se realizaban una vez al año, el Día de Reyes, 6 de Enero. Ese día, los negros llenaban las calles de las villas cubanas con sus cantos y danzas. La música intervino activamente en esas manifestaciones de jolgorio religioso-popular.>
Antes de haber funciones teatrales en la Isla, hubo espectáculos callejeros y diversiones populares, celebradas siempre con música.>
Siglos XVIII y XIX>
A finales del siglo XVIII tienen lugar en el Caribe una serie de acontecimientos que provocan la revolución de los esclavos en los territorios que España había cedido a Francia, en la isla de Santo Domingo, tierras conocidas como Haití. Esta revolución social, con sucesivos levantamientos de esclavos contra el yugo de los colonos, provoca la huida de los colonos franceses asentados en la isla hacia la zona oriental de Cuba. Algunos negros esclavos siguen a sus amos a su nuevo destino. Esta nueva inmigración, que asume Cuba, va a ser determinante para la creación de la primera manifestación de música popular cubana propiamente dicha. Con estos nuevos inmigrantes franceses llega a Cuba el #PIANO (fines s. XVIII).>
Otras de las diversiones favoritas de los habaneros es el baile, pues casi toca en locura. Habrá diariamente en la ciudad más de 50 de esas concurrencias… los bailes de la gente principal se componen de buenos músicos y se danza en ellos la escuela francesa. La clase de las mulatas es la que más se distingue en estas danzas…las negras que cantan en nuestros templos entre nubes de incienso.>
La Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba tiene sus antecedentes en el siglo XVIII, cuando las catedrales cubanas de La Habana y Santiago de Cuba contaban con una capilla musical integrada por un reducido número de cantantes e instrumentistas. A fines de ese siglo el compositor presbítero cubano Esteban Salas amplió la capilla de la Catedral de Santiago de Cuba hasta construir una pequeña orquesta clásica.>
El siglo XIX es testigo de la rápida evolución de esa música danzable rítmicamente diferente de los modelos europeos, la cual ejerce una influencia decisiva en las sofisticadas obras de piano de Saumell y de Ignacio Cervantes (1847-1905), así como en la música fuertemente romántica de Nicolás Ruiz Espadero (1832-1890). Es también durante este siglo diecinueve que Cuba produce sus primeros instrumentistas de renombre internacional, del pianista José Manuel Lico Jiménez (1855-1917) y de la pianista y compositora Cecilia Aritzi (1856-1930) a los violinistas Claudio José Domingo Brindis de Salas (1852-1911) y José White (1836-1912).>
Compositores cubanos del siglo XIX que crearon obras aún bajo fuerte influencia europea son Gaspar Villate (1851-1891) y Laureano Fuentes Matons (1825-1898), ambos autores de óperas que seguían los patrones italianos y franceses, y algunas de cuyas piezas fueron estrenadas en París y en Madrid; a José Mauti (1855-1937), autor de numerosas zarzuelas y de varias piezas sinfónicas, y a Guillermo Tomás (1868-1937). Tomás fue el único compositor cubano de esa época cuya música exhibe una fuerte influencia alemana.>
En las primitivas agrupaciones de son y en las agrupaciones guajiras de carnaval se reflejaron todos los acontecimientos políticos, sociales, patrióticos, comerciales, deportivos y naturales que acontecieron en Cuba. Así danzones como los titulados Guerra, El combate, Los merengazos, etc. simbolizaron un estado de opinión dentro de la revolución de 1895. No hubo acontecimiento, durante cuarenta años, que no fuese recogido en un Danzón.>

En 1880 fue definitivamente abolida la esclavitud en Cuba. El siglo acaba con la guerra entre España y Estados Unidos, que supone la independencia de Cuba en 1899. Cuando las tropas españolas abandonaron Cuba, las culturas hispanas siguieron presentes en la isla ya que, durante cuatro siglos, nuestros antepasados estuvieron emigrando y formando los modos de comportamiento y las tradiciones de la sociedad cubana. Incluso en la época de la República nuevas migraciones de españoles a Cuba mantuvieron viva las culturas hispanas en la isla. Nuestros antepasados habían dejado su esencia cultural, sus costumbres, su forma de hablar, sus folklores y sus genes.>
El derrocamiento del gobierno español en Cuba originó un alejamiento inicial de la propia identidad cubana. Lo español no era bien visto por las clases burguesas e industriales criollas, que miraban con buenos ojos al Norte. Los anexionistas comenzaron su labor en favor de la divulgación de la cultura anglosajona. Con el afán de unirse al concierto de naciones civilizadas, se reniega de lo vernáculo y aún más de la raíz africana, el negro queda más discriminado que nunca en los primeros años de la República Cubana. En Cuba se imponen las bandas y la música clásica. Pero la cultura de raíz africana, defenestrada a primeros de siglo en Cuba, se había asentado para siempre en la isla durante la época colonial, no habrá fuerza capaz que pueda arrebatar sus raíces africanas al pueblo cubano.>
1813: La compañía local de ópera y drama del Teatro Principal estrena en La Habana Il matrimonio segreto, de Doménico Chimarosa. La obra fue cantada en español. Esta representación es el estreno absoluto del título en el continente americano.>

1839: La compañía de ópera italiana del teatro Principal, de La Habana, estrena en Cuba la ópera L’elisir d’amore, de Gaetano Donizetti.>
1848: La compañía de ópera italiana de Francisco Marty estrena en el Teatro Tacón la ópera en un acto Colón en Cuba, de Giovanni B. Bottesini, con libreto del cubano Ramón de Palma.>
1848: La compañía de ópera italiana de Francisco Marty estrena en el Teatro Tacón de La Habana, la ópera Attila, de Verdi. En Noviembre de ese mismo año debutó en La Habana el bajo Ignazio Marini, para quien fue concebido el personaje titular, ¡todo un acontecimiento artístico en Cuba!>
1877: Tiene lugar la primera representación de una ópera en el Teatro Payret, de La Habana: La favorita, de Donizetti, interpretada por el famoso tenor español Lorenzo Abruñedo y la soprano de expresión francesa Alicia Urban. El teatro había sido inaugurado el día anterior con un concierto de beneficencia. También se estrenaron allí las óperas «La forza del destino» y «La Bohème»; las operetas «La viuda alegre» y «La corte de Faraón», además de la zarzuela cubana «María la O».>
1878: La compañía de ópera italiana de Marty Gutiérrez estrena en Cuba la ópera «Aída», de Verdi, en el teatro Tacón (La Habana).>
1889: El empresario italiano Napoleone Sieni estrena en el teatro Tacón, de La Habana la ópera Otello, de Verdi.>
1891: La compañía de ópera italiana de Napoleone Sieni estrena en el teatro Tacón de La Habana la ópera Lóhengrin, de Richard Wagner. Esta obra, primera de su autor que se representa en Cuba, fue interpretada en italiano.>
1892: La compañía de ópera italiana de Napoleone Sieni estrena en Cuba, la ópera de Mascagni, Cavallería rusticana, en el teatro Tacón, La Habana.>
1896: La compañía de Bufos Habaneros de Gonzalo Hernández estrena en el Teatro Albisu, de La Habana, la zarzuela bufa en cinco cuadros El brujo, de José Ramón Barreiro, con música de José Marín Varona. Se trata de una parodia de la zarzuela española del maestro Chapí, La bruja. En la partitura de esta obra sobresale la famosa romanza «Es el amor la mitad de la vida», cantada a dúo por los personajes Telesfora y Juan Francisco, así como unas no menos conocidas «Guajiras», que fueron registradas en disco a principios del siglo XX por la soprano Chalía Herrera.>
1896: Se estrena en el teatro Irijoa (hoy Teatro Martí), de La Habana, la zarzuela bufa Mefistófeles, de Ignacio Sarachaga, con música de Rafael Palau y la interpretación de la actriz Carmita Ruiz y Benito Simancas.>
La capital cubana fue durante el siglo XIX una de las plazas teatrales más fuertes de la América Hispana. La frase «Para triunfar en América hay que pasar por La Habana» constituyó, sin duda, una premisa para los actores y actrices y compañías lírico-dramáticas que querían probar fortuna allende los mares. En 1790 aparece el primer número del Papel Periódico de La Habana, en el que se anuncia que una compañía española está actuando permanentemente en el Teatro Principal. La otra gran ciudad, Santiago de Cuba, no quiere ser menos y comienza a programar compañías de zarzuelas como la de Robreño, que llevaba algunos años triunfando ya en La Habana. Se atribuye al cubano Francisco Covarrubias la creación de los primeros sainetes donde se plantean estos elementos como símbolos de #cubanía.>
La primera mención que se hizo acerca de las mujeres en la música cubana, fue la de las hermanas Ginés, Teodora y Micaela, que se dijo eran negras libertas residentes en Santiago de Cuba, a cuya ciudad habían llegado a finales del siglo XVI, específicamente en el año de 1580. Las hermanas Ginés tocaron y cantaron junto a un andaluz, y se hicieron famosas por el llamado «Son de la Ma’ Teodora», que más tarde se comprobó que su melodía procedía de una romanza de Extremadura (España).>
La contribución más destacada de las mujeres africanas fue sin duda en la cubanización de la música, proceso que ocurrió en la segunda mitad del siglo XIX, cuando los barracones y cabildos se volcaron hacia los barrios marginales de las principales ciudades, y muy en especial de la capital, donde estas féminas integraron primero los coros de clave, después los de rumba y finalmente las comparsas.>
Sin embargo una figura relevante del siglo XIX fue María de las Mercedes Santa Cruz y Montalvo (1781-1852). Esta cubana que procedía de la aristocracia criolla y era poseedora de muchos pergaminos nobiliarios y de una considerable fortuna, fijó su residencia en París, en la conocida calle de Bondý, a la que convirtió con su espíritu artístico, en uno de los focos más brillantes de la cultura musical y literaria de la época. En el propio siglo XIX se destacaron otras mujeres en la música que se hacía en Cuba. Entre ellas Catalina Berroa Ojeda (1849-1911) que era instrumentista, compositora, profesora y directora de orquesta. Fue la primera cubana que alcanzó fama de gran músico, compositora y directora orquestal. Sin dudas, estaba dotada de una exquisita inspiración para componer, figurando entre sus creaciones populares, una de las primeras Habaneras, titulada «La Trinitaria».>
Otra dama notable en la música del siglo XIX fue Cecilia Aritzi (1856-1930). Esta pianista y compositora era hija de Fernando Aritzi, un conocido instrumentista de ese siglo. De esta misma centuria es Ana Aguado ―La Calandria― (1866-1921), excelente cantante y pianista, quien en unión de su esposo Guillermo Tomás, paseó la incipiente música cubana por Estados Unidos y España. La Calandria mereció el elogio del héroe nacional de Cuba, José Martí, por los esfuerzos que hizo en pro de la independencia de Cuba.>
Información tomada de: Ecured